UNA MIRADA AL MUNICIPIO
Riosucio de Caldas, es una ciudad blasonada que brinda múltiples aspectos culturales, históricos, étnicos, atrayentes, turísticos y paisajísticos para quien le visite o desee conocer sus entrañas de progreso. Su identidad bromatológica se pasea entre nombres de arte verdadero: Chiquichoques o Nalgas de ángel, bizcochuelos, hojaldras, estacas de mote, hogagatos o envueltos…Sin faltar sus tradicionales cenas envueltas en hojas de biao. Sus tradiciones ancestrales palpitan con fuerza en sus zonas folclóricas: La Montaña, Cañamomo-Lomaprieta, El Oro, Ibá, Quiebralomo, San Lorenzo, Escopetera y Pirsa, donde las danzas, la música y los sainetes son amos y señores.
Identificación del municipioNombre del municipio: Riosucio Caldas
NIT: 890.801.138-4
Código Dane: 17614
Gentilicio: Riosuceños
Otros nombres que ha recibido el municipio:
El padre José Bonifacio Bonafont lo bautizo MESINAS.
El Padre Jose Ramon Bueno lo llamo ENGURUMA.
En 1856 fue llamado SAN SEBASTIAN DE BOLIVAR.
En 1865 los ordenadores del Cauca lo llamaron POLONIA.
En 1910 Sevilla.
En 1915 IBERIA despues lo llamaron HISPANIA.
En 1917 se llamo RIOSUCIO.
Límites del municipio:Al Oriente: Con los municipios de Filadelfia (Caldas) Y Supía (Caldas). Al Occidente: Con el municipio de Mistrató (Risaralda).Al Norte: Con los municipios de Jardín (Antioquia), Y Támesis (Antioquia).Al Sur: Con los municipios de Guática (Risaralda), y Quinchía (Risaralda).
Extensión total: 429,1 Km2
Extensión área urbana:
Extensión área rural:
Altitud de la cabecera municipal (metros sobre el nivel del mar): 1783 m
Temperatura media: 19-21º C
Distancia de referencia: a 91 km de Manizales
Históricamente, la base fundamental de la economía riosuceña, fuerte incentivo de la colonización española de nuestro territorio a mediados del siglo XVI, la constituyó la riqueza minera del oro, en sectores como Quiebralomo, La Montaña, Bonafont y San Lorenzo. En la actualidad el preciado metal aún se explota, aunque a escala estrictamente artesanal en el lecho de los ríos. Otro importante renglón de la economía de antaño, lo constituyó la explotación de las fuentes de sal en La Montaña y Bonafont y de las minas de carbón en el sector de El Salado, Resguardo de La Montaña. El municipio de Riosucio basa hoy su economía en la agricultura. El cultivo del café se constituye en su principal renglón, seguido por el cultivo de la caña panelera, cuya tradición se remonta a más de cuatro siglos; produce la panela con la cual se abastecen los mercados locales y regionales. De la caña y el maíz se obtienen diferentes productos que son la base de la gastronomía ancestral de las comunidades rurales. Se cultivan también el fríjol, el plátano, la yuca, diversos cítricos, y productos de “pan coger”, frutas, hortalizas y legumbres, que satisfacen la demanda local y la de algunos municipios cercanos. Hay una significativa industria ganadera en las áreas de pastos naturales con cerca de 23.000 cabezas y producción de leche. La ganadería vacuna, porcina y caballar proporciona productos que abastecen los mercados locales y activa al mismo tiempo la economía a través de ferias mensuales de amplia aceptación y reconocimiento entre los municipios que conforman su área de influencia. Con menor volumen existe la cría de aves que, no obstante, abastece el mercado local. La piscicultura se ha fomentado en Riosucio desde la década de 1970; hay en la actualidad 140 explotaciones. La explotación maderera organizada a través de bosques artificiales, si bien benefició en cierta medida a muchas familias hace unos años, ha venido perjudicando gravemente la ecología del municipio desde el momento en que fue desmontada; el problema social y económico de familias que quedaron sin empleo las ha llevado a la destrucción de los más valiosos santuarios de bosques naturales del municipio, ocasionando daños tanto en la flora y en la fauna como en los suelos, reflejándose además en la falta de terrenos para la agricultura y la ganadería, ocasionando el éxodo de los campesinos y la despoblación de ciertas extensiones en el área rural. Riosucio produce la artesanía ancestral por excelencia del Viejo Caldas pues se remonta a la Época Precolombina en las Parcialidades Indígenas; culturalmente tiene un alto nivel. Son las comunidades de Cañamomo y Lomaprieta (vereda Portachuelo), La Montaña y San Lorenzo, las que en la actualidad perpetúan esta tradición, con producción de alfarería, cerámica, cestería en bejuco, tejidos en cañabrava, sombrerería, tallas en madera y productos en fique y en “guasca” o “calceta” de plátano. Los artesanos están agrupados en la “Asociación de Artesanos Indígenas Sinifaná” que aglutina organizaciones de los cuatro resguardos y el Sector Urbano. La industria metálica que tiene su sede en el Sector Urbano es otro sector económico que reviste importancia en el ámbito regional.